martes, 12 de junio de 2012

ETAPA PRENATAL Y PERINATAL


El desarrollo comienza en el momento de la concepción. Es precisamente la etapa prenatal cuando el desarrollo es más espectacular por la cantidad y la rapidez de los cambios que se producen. Estos primeros 9 meses son sumamente importantes porque un alto porcentaje de las alteraciones futuras tienen su origen en este periodo.

Evolución de la motricidad del feto

Podemos decir que el primer movimiento es el viaje que hace el óvulo ya fecundado (cigoto) hacia el útero. En este momento es del tamaño de una cabeza de un alfiler pero tiene ya varias decenas de células.

Con la llegada al útero, el embrión deja de ser flotante e independiente y pasa a establecer una relación de dependencia con la madre a través del cordón umbilical.

Hacia la 4 semana comienza a latir el corazón. Sin embargo antes de los 40 días o la 6 semana no podemos hablar de actividad en cuanto a movimiento. A partir de la 6 - 9 semana empieza a producirse un movimiento denominado miógeno (mi ! músculo, geno ! formación u origen) o ideo muscular (ideo ! propio) termino equivalente: tipo de movimiento que tiene su origen en el propio músculo.

Se trata de movimientos que se producen sin la intervención de ningún centro nervioso y que son producidos básicamente por 2 motivos.

·                                           Por la acción del peso de la gravedad. Va a estar determinado por cambios posturales de la madre.

·                                           Por modificaciones debido a variaciones en el medio psico - químico. Los sentimientos de la madre llegan al feto por vía bioquímica.

Después de los 4 meses empiezan a producirse las primeras variaciones o conexiones musculares que van a permitir el paso del impulso nervioso hacia el efecto muscular, por supuesto a un nivel reflejo. Hasta el 3 o 4 mes el feto va a responder mediante movimientos globales a estímulos internos, ligados a su propia maduración y organización neuromuscular. De este modo, aparecen situaciones de alternancia de actividad motora y de reposo (ejemplo: Frankestein).estos son los primeros movimientos que siente la madre

A partir del 6 mes se habla ya de viabilidad, es decir, que el feto ya tiene las características neurológicas y los reflejos motores propios del recién nacido a termino (9 meses), lo cual le permitiría ser capaz de sobrevivir fuera del útero materno.

A partir del 6 mes se van a dar movimientos de respuesta ante estímulos externos de manera que ya funciona en 2 aspectos:

·                                           Receptivo (sentidos) que permite captar los estímulos externos

·                                           Reactivo o capacidad de reaccionar. Capacidad de dar una respuesta (centro nervioso)

El niño antes de nacer es capaz de percibir aspectos del mundo exterior pero se trata de una percepción baja y difusa que sobre todo va a provocar cambios en la sensación de bien o mal estar.

Durante los 3 últimos meses de vida intrauterina se van a dar principalmente 2 tipos de modificaciones

·                                           Modificación del tono muscular: Mayor hipertonía en los miembros tanto superiores con inferiores, produciendo un mayor estado de flexión

·                                           Progresivo funcionamiento de los reflejos primarios

En este último mes se va a producir una disminución de los movimientos del feto debido a la falta de espacio

Niños prematuros:

Todo aquel que no finaliza el periodo de gestación o que tiene bajo peso. Sus características neurológicas no difieren de los niños nacidos a término, pero mas tarde pueden presentar un retraso en sus futuras adquisiciones motrices, puede provocar ciertos retrasos. Este posible retraso va a ser directamente proporcional al grado de prematuridad e inversamente proporcional a su peso. A mayor prematuridad mayor retraso y a mayor peso menos retraso.

1.   Etapa prenatal

Primer trimestre     

·        Fertilización: La trompa de Falopio une los ovarios con el útero. Entre las 12 y las 24 horas siguientes este óvulo puede ser fertilizado con un espermatozoide. Para llegar tiene que nadar desde la vagina, pasando por el útero, hasta la trompa de Falopio. Se trata de un viaje tan largo y duro para ellos (tienen que nadar durante 10 horas), que sólo alrededor de 400 sobreviven. De estos, solamente uno puede atravesar la membrana exterior del óvulo. A lo largo de las 10 a 30 horas siguientes, el núcleo del espermatozoide se funde con el del óvulo para combinar el material genético que trae cada uno. Si el espermatozoide que ganó la carrera lleva el cromosoma Y, el bebé será un niño; y si lleva el X, será una niña. El óvulo fecundado emprende ahora otro viaje: tiene que ir desde la trompa de Falopio hasta el útero, donde se implantará en la pared. Un día o dos después de haber entrado en el útero empieza a enterrarse en la pared de la matriz.

En este momento el bebé es sólo una minúscula bolita de células que se conoce como "blastocito". El blastocito está dividido en tres partes: tiene un grupo de células en el interior, que son las que crecerán para convertirse en un bebé; una bolsita llena de líquido que se transformará en el saco amniótico, y otro grupo de células en el exterior que será la placenta. La placenta es un órgano por medio del cual el bebé recibirá el oxígeno y los nutrientes que entren en la sangre de la madre. A través de la placenta, también se eliminarán los productos de desecho. 

 

       ·        Implantación: El bebé es una bolita con unos pocos cientos de células que se están dividiendo. Una vez que esa bolita de células se instala finalmente en la pared del útero, la placenta empieza a producir una hormona que se conoce como la hormona del embarazo. Esta hormona le manda un mensaje a los ovarios para que dejen de crear óvulos, porque ya estás embarazada. los estrógenos y la progesterona hacen que el útero conserve el recubrimiento que tiene en las paredes para evitar que se caiga el bebe, y además hacen que vaya creciendo la placenta. 

Al tiempo que ocurre todo esto, el líquido amniótico está empezando a aumentar dentro de la bolita de células, en el lugar que más adelante se convertirá en el saco amniótico. Este líquido protegerá al bebé durante los próximos meses. Por el momento, el bebé está recibiendo el oxígeno y los nutrientes que necesita a través de un minúsculo sistema de circulación que lo conecta con las venitas que hay en la pared del útero.
     ·        4 semanas: el embrión ya mide unos 6mm.  A cada lado se han formado 40 bloques óseos llamados somitos. 32 o a veces 33 de estos bloques se convertirán en vértebras, mientras que la cola regresa gradualmente. Por detrás del ojo se ven los arcos braquiales y el corazón.               

·        5 semanas: A las cinco semanas de la concepción, el corazón y el hígado son enormemente grandes en relación con el cuerpo. Las manos y los pies son aún meramente unos pequeños salientes. Mide unos 10 mm de largo. Durante la quinta y sexta semana, la cara, el tronco y las extremidades continúan creciendo. La cabeza se endereza. No existen aún huesos craneales, lo que permite ver el interior del cerebro embriónico. Los brazos y las piernas son hasta ahora extremadamente cortos y los pies están empezando a tomar forma.


·        6 semanas: Seis semanas después de la fertilización del óvulo, el corazón late produciendo unos 140-150 latidos por minuto. La sangre es bombeada a través del cordón umbilical y todo el embrión está constantemente en movimiento. El embrión tiene su propia sangre separada de la de la madre. En la placenta se produce la oxigenación, intercambio de nutrientes y de productos de desecho. En este momento, y ya con 15 mm de largo, la médula espinal puede verse al mirar al feto de espaldas. Las dos arterias vertebrales descienden a ambos lados de la médula espinal.

·        7 semanas: el bebé tiene ya el tamaño de un guisante. Se le pueden ver más claramente los rasgos del rostro: ya tiene párpados en los ojos, las orejas siguen creciendo, y está empezando a asomar la nariz. La piel es todavía muy fina. Las células nerviosas cerebrales han comenzado a tomar contacto unas con otras por medio de proyecciones y algunas, incluso, se han conectado en haces nerviosos primitivos. Cada minuto son creadas 100.000 nuevas células nerviosas.

·        8 semanas: Cuando el embrión tiene 8 semanas, su longitud es de 4cm y pesa unos 13 gramos; pero lo más importante es que en el interior de este diminuto cuerpo todos y cada uno de los órganos están en su sitio. Durante los próximos meses los órganos evolucionan y se expanden continuamente. Se le puede hacer un electrocardiograma y detectar los latidos de su corazón. Si se le pone un objeto en la mano, lo agarra y sostiene. Se mueve en el líquido amniótico como si fuera un nadador innato.

·        9 semanas: El bebe ya mide casi 2,5 centímetros. Ahora que ya tiene formada toda la estructura básica de su cuerpo, va a empezar a aumentar de peso y de tamaño más rápidamente. Su aspecto empieza a parecerse más a un bebé. Sus orejas ya están formadas por fuera y al final de esta semana, también estarán formadas por dentro. Tiene ya una nariz pequeña y puede mover tanto sus piernas como sus brazos. Su corazón está casi formado. Sus órganos sexuales ya se han desarrollado, pero todavía no se puede distinguir bien si será una niña o un niño. Sus ojos están completamente formados y entreabre los ojos, traga, mueve la lengua, y si se le toca la palma de la mano, hará un puño. Tiene unos lóbulos diminutos en las orejas y se pueden distinguir mejor su boca, ojos y los agujeros de su nariz. La placenta ya está más desarrollada y puede empezar a producir hormonas. Ahora que la fisiología básica de tu bebé está en su lugar, empezará a subir de peso con rapidez.


·        10 semanas: Ya posee huellas digitales, el cerebro y todos los órganos del cuerpo ya están presentes. Durante esa etapa, si hacemos cosquillas en la nariz del bebé, éste moverá la cabeza hacia atrás para alejarse del estímulo. mide 3cm desde la cabeza hasta la cola; el feto dispone aún de suficiente espacio y se encuentra cálido y confortable en el líquido amniótico. Su cuerpo da sacudidas y se mueve, tiene hipo y flexiona los brazos y las diminutas piernas, comprobando sus recién descubiertas habilidades.

·        11 semanas: Mide 4 centímetros y pesa 7 gramos. Su piel es tan fina, que es casi transparente y por eso se pueden ver todas sus venas. Algunos de sus huesos están empezando a endurecerse y los dedos de sus manos y de sus pies no sólo están ya todos formados, sino que dentro de muy poquito podrá abrirlos y cerrarlos.
·        12 semanas: el feto crecerá unos 5 a 10 cm durante el cuarto mes. Su peso en este momento es de unos 20 g. La cara se desarrolla muy deprisa y hacia las 11 o 12 semanas comienza a tener rasgos humanos. Los órganos y sistemas orgánicos están cada vez más interconectados, y el cerebro y las vesículas cerebrales comienzan a desempeñar un papel importante. La placenta está tan bien desarrollada que todas las hormonas necesarias para el embarazo son ahora formadas por sus células. A las 12 semanas, etapa durante la cual se llevan a cabo la mayoría de los abortos, su             cuerpo está completamente formado, sus órganos ya están funcionando y puede sentir dolor.
                      SEGUNDO TRIMESTRE

·        Semana 13: Además de estar ya formado, el bebé está mucho más proporcionado que hace unas semanas, cuando tenía más cabecita que cuerpo; su cabeza sigue siendo grande, pero ahora mide más o menos un tercio de lo que mide su cuerpo. Y puede que te parezca increíble, pero ya tiene incluso las huellas digitales de sus dedos formadas. 

·        Semana 14: es evidente un ‘repertorio’ de movimientos fetales, algo más espontáneos, y entre los que figuran los respiratorios. También mueve su quijada, y sus manos comienzan a interactuar con otras partes del cuerpo y con el cordón umbilical.

A mediados del segundo trimestre aparecen los reflejos de succión y deglución. En la ecografía, es posible ver un feto que aparentemente bosteza: traga líquido para desarrollar sus pulmones y abre mucho la boca.

Algunos estudios demuestran que la acción de tragar aumenta con sabores dulces y disminuye con los amargos. En el líquido amniótico se puede encontrar ácido láctico, pirúvico, urea, creatinina, aminoácidos, sales y proteínas.



·        Semana 15: los ruidos fuertes lo pueden alterar un poco. Algunos fetos se chupan el dedo y practican movimientos de inhalación y exhalación. A finales de esta semana, responde a la risa, tos, estornudo y otros movimientos de la madre.

·        Semana 16: Ultrasonidos muestran erecciones fetales a la semana 16, especialmente cuando el bebé chupa su dedo, insinuando que es posible que experimente placer a través de la autoestimulación. Además, le da hipo y orina cada 40 a 45 minutos, aproximadamente, sustancia que constituye gran parte del líquido amniótico.

También responden a sonidos con movimientos. También en esta semana ya se ve perfectamente el reflejo de succión y lo hace con el dedo de la mano con el cordón umbilical.


·        Semana 17: las papilas gustativas cuentan con el desarrollo suficiente para esta distinción. Otras investigaciones demuestran que el feto parece tener olfato. Varios componentes químicos pueden atravesar la placenta y llegar al líquido amniótico, que este consume permanentemente. Algunos componentes de los alimentos que ingiere la madre también lo rodean en su espacio acuoso.

En el líquido existen cerca de 120 olores, captados en análisis científicos de numerosas muestras individuales. Si la madre prende un cigarrillo, el feto responde de forma negativa y cuando bebe café, registra cambios en sus movimientos respiratorios y latido cardíaco. El ginecoobstetra y perinatólogo Marco Duque opina que el sabor del líquido no sería tolerable para un adulto. Su olor lo compara con el cloro.


·        Semana 18: se mantiene ocupado flexionando brazos y piernas, movimientos que la gestante comienza a percibir con mayor frecuencia a partir de ahora.

El feto continúa imitando lo que será la respiración en el ambiente extrauterino, con su pecho moviéndose hacia arriba y hacia abajo, tomando líquido amniótico para practicar.


·        Semana 19: Su cerebro está designando áreas especializadas para el olor, el gusto, la audición, la visión y el tacto. Algunos estudios indican que ahora ya puede oír.


·        Semana 20: son perceptibles, por ecografía, movimientos oculares relacionados con episodios de sueño. El feto tiene cuatro, que van desde un sueño muy superficial hasta uno muy profundo, en cuyo caso los movimientos son más lentos.

·        Semana 21: En estos días no para de moverse, como puede que hayas notado. Según algunos estudios, un feto se mueve más o menos 50 veces cada hora, ¡incluso cuando está durmiendo! Todos esos movimientos sirven para estimular su desarrollo físico y mental.

·        Semana 22: El bebé desarrolla sentido de la vibración


·        Semana 23: Tiene estados de REM (Movimiento rápido del ojo) cuando duerme y se acompaña de expresiones faciales en los sueños.

·        Semana 24: Reacciona frente a cualquier alteración en el vientre materno.


·        Semana 25: Cada día se parece más al recién nacido que conocerás en unas semanas. Su cabello ya tiene color y textura, aunque una vez que haya nacido, podría cambiar.

·        Semana 26: se abren los párpados. Los nervios en los oídos del bebé cada vez se están desarrollando más y por eso podrías notar que responde de una forma más consistente a los sonidos que le llegan de afuera. Asimismo, ahora respira de vez en cuando un poquito de líquido amniótico, para practicar las primeras bocanadas de aire que tomará cuando nazca.

TERCER TRIMESTRE.

Séptimo mes:

Los complicados centros nerviosos establecen conexiones y los movimientos del feto se hacen más coherentes y variados. Si naciese en este momento tendría buenas posibilidades de sobrevivir. Por lo que consideraría como parto prematuro.

Este mes se encuentra dentro del periodo embrionario en el que:

En esta etapa se desarrollan los principales órganos y sistemas (respiratorio, digestivo y nervioso) del cuerpo humano.

El embrión es vulnerable a las influencias ambientales, ya que casi todos los defectos congénitos ocurren durante los tres primeros meses de embarazo.

A partir de este momento es posible distinguir dos capas: el ectodermo (que formará las uñas, dientes, cabello, órganos sensoriales, la parte exterior de la piel y el sistema nervioso, que incluye el cerebro y la espina dorsal) y el endodermo (que formará el sistema digestivo, hígado, páncreas, glándulas salivales y sistema respiratorio)

Posteriormente se desarrolla una tercera capa que se llama mesodermo, que formará la parte interna de la piel, el esqueleto y los sistemas circulatorio y excretor. En esta etapa se originan los órganos de nutrición y protección: la placenta, el cordón umbilical y el saco amniótico.

Dentro del séptimo mes ocurren muchos cambios como:

Los centros óseos del feto se empiezan a endurecer. La piel ya deja de ser transparente para adoptar un tono opaco. También deja de estar arrugada por los efectos de la capa de grasa que se forma debajo de la epidermis.

El tamaño del cerebro es ahora bastante grande y su sistema nervioso le permite un rápido aprendizaje y realizar unos movimientos cada vez más complejos.

El feto a partir de esta etapa puede llorar y hacer ejercicio pateando y estirándose además ya responde a la luz y al sonido.

Algunos dicen que el feto ya es capaz de orientarse en el espacio, aunque no está demostrado. Esto significa que, si está muy maduro, se coloca con la cabeza hacia abajo como preparación para el parto, aunque por regla general permanece boca arriba.

Al finalizar el mes, el ritmo cardíaco del futuro bebé se acelera cada vez que la madre habla. Esto le permitirá reconocerla después del parto.

Al feto empieza a faltarle sitio en la cavidad uterina. Asimismo, la glándula encargada de producir anticuerpos llamada timo ya ha comenzado a trabajar. Ahora, el feto orina alrededor de medio litro diario.

Hacia la semana 28 embrionaria abre los ojos, pero hasta después del parto su visión no será correcta. El sentido de la vista se limita a distinguir las sombras de las luces y a enfocar. También al final de esta etapa o comienzos del siguiente mes, el feto tiene sensibilidad en todo su cuerpo y nota incluso las caricias de su madre en el vientre.

 Octavo mes:

Al finalizar el octavo mes de gestación, todos los órganos del feto están formados, exceptuando los pulmones. Los sentidos de la vista y el oído siguen afinándose y el lanugo que recubría su rostro se desprende. Por lo general, al cabo del octavo mes de embarazo el bebé se posiciona con la cabeza hacia abajo. Esto se debe a que se está preparando para el parto.

 El lanugo desaparece de la cara del feto. Su piel se vuelve rosácea y suave y tiene unas extremidades regordetas. Por lo general, antes de que termine el mes el futuro bebé suele colocarse con la cabeza hacia abajo, aunque todavía es posible que se dé alguna vuelta más antes de colocarse definitivamente en esta posición.

Sus movimientos son menos frecuentes debido al poco espacio que le queda en la cavidad uterina, y el feto comienza a adoptar una posición encogida.

En este periodo se produce una gran acumulación de grasas por debajo de la piel, y a menudo la cabeza está recubierta de una buena cantidad de pelo.

El sentido de la vista ya está más desarrollado y los ojos, de color azulado, reaccionan ya a los cambios de luz del exterior aunque aún no es capaz de ver correctamente.

El oído funciona a la perfección, hasta el punto de que percibe con mayor claridad los sonidos graves que los agudos. La mayoría de los órganos están desarrollados salvo los pulmones, que tardarán aún un tiempo en formarse para funcionar correctamente fuera del útero.

En este periodo la placenta se ocupa de producir estrógenos y progesterona para mantener sus funciones de intercambio de nutrientes y oxígeno

Noveno mes:

El noveno mes de embarazo se caracteriza por el ritmo al que engorda el feto: unos 28g diarios. Aunque todavía no hay aire en sus pulmones, sus movimientos respiratorios se vuelven frecuentes. Su intestino está lleno de meconio, una sustancia que expulsará al nacer. El lanugo se ha desprendido casi por completo y su piel es suave. El parto suele producirse entre las semanas 38 y 42.

El feto es capaz de distinguir a través de sombras los reflejos de luz que provienen del exterior y nota un resplandor cuando la luz del sol da en el vientre de su madre.

Sus nalgas presionan contra el diafragma de la madre. Son más frecuentes los movimientos respiratorios, aunque todavía no hay aire en sus pulmones.

Los huesos de la cabeza tienen una gran plasticidad para facilitar el nacimiento del bebé. Al final de este periodo, el feto engorda unos 28 gramos diarios. Las uñas han crecido bastante y en ocasiones algunos recién nacidos tienen algún arañazo en la cara.

Durante este último mes las glándulas adrenales del feto producen elevadas cantidades de corticoides, hormonas encargadas de ayudar al buen funcionamiento de los pulmones.

El intestino del bebé está lleno de meconio, una sustancia oscura y verdosa compuesta por secreción intestinal de las glándulas alimentarias y las células de la pared intestinal. Esta sustancia será lo primero que expulse el bebé tras su nacimiento.

En la última semana el feto mide entre 45 y 50 centímetros y la falta de espacio le obliga a flexionarse mucho. El lanugo ha desaparecido casi por completo y su cuerpo es suave.

Cuando el parto está próximo, la parte encajada del feto presiona el cérvix uterino. El parto suele producirse entre las semanas 38 y 42, cuando todos los órganos del bebé funcionan correctamente.

PARTO

Fases:

·        Prodrómico o preparto: Es un periodo excluido del trabajo del parto el cual no tiene un inicio definido, comienza con la aparición progresiva de un conjunto de síntomas y signos que le servirán a la madre para darse cuenta que se aproxima el momento del parto, aunque no siempre en forma inmediata. Este periodo puede durar hasta dos semanas y finaliza con la dilatación del útero. No todas las embarazadas perciben que están pasando por la etapa del preparto, por tanto, comienzan directamente con las contracciones rítmicas características del trabajo de parto. Durante este periodo se produce un incremento progresivo de la frecuencia e intensidad de las contracciones, se expulsa a veces el tapón mucoso y se incrementan las molestias a nivel de la pelvis.[

·        Dilatación: El primer período del trabajo de parto tiene como finalidad dilatar el cuello uterino.[6] Se produce cuando las contracciones uterinas empiezan a aparecer con mayor frecuencia, aproximadamente cada 3 - 15 minutos, con una duración de 30 s o más cada una y de una intensidad creciente.[5] Las contracciones son cada vez más frecuentes y más intensas, hasta una cada dos minutos y producen el borramiento o adelgazamiento y la dilatación del cuello del útero, lo que permite denominar a este período como período de dilatación. La duración de este periodo es variable según si la mujer ha tenido trabajos de parto anteriores (en el caso de las primerizas hasta 18 horas) La etapa termina con la dilatación completa (10 centímetros) y borramiento del cuello uterino.

·        Nacimiento o expulsión: También llamada período expulsivo o período de pujar y termina con el nacimiento del bebé. Es el paso del recién nacido a través del canal del parto, desde el útero hasta el exterior, gracias a las contracciones involuntarias uterinas y a poderosas contracciones abdominales o pujos maternos. En el período expulsivo o segundo período distinguimos dos fases: la fase temprana no expulsiva, en la que la dilatación es completa, y no existe deseo de pujar ya que la presentación fetal no ha descendido y la fase avanzada expulsiva, en la que al llegar la parte fetal al suelo de la pelvis, se produce deseo de pujo materno. Es deseable no forzar los pujos hasta que la madre sienta esta sensación, para no interferir con el normal desarrollo del parto.


·        Alumbramiento: Madre y recién nacido con su cordón umbilical aún unido, en una bañera en la posición de Fowler.


Comienza en la expulsión de la placenta, el cordón umbilical y las membranas; esto lleva entre 5 y 30 minutos.[5] El descenso del cordón umbilical por la vulva después del parto es una indicación del desprendimiento final de la placenta, cuanto más sale el cordón, más avanza la placenta hacia fuera de la cavidad uterina. Ese movimiento natural del cordón umbilical proporcional al descenso de la placenta se conoce con el nombre de signo de Ahlfeld.[8] El desprendimiento de la placenta ocurre en dos posibles mecanismos. El primero el desprendimiento ocurre en el centro de la unión útero-placentaria, mecanismo conocido como mecanismo de Baudelocque-Schultze y por lo general son cerca del 95% de los casos. Menos frecuente es cuando la placenta se desgarra inicialmente de los lados de la unión útero-placentaria, conocido como el mecanismo de Baudelocque-Duncan. Las contracciones uterinas continúan durante el descenso de la placenta, las cuales ayudan a comprimir los vasos terminales del miometrio que pierden su utilidad después del parto, proceso que se conoce en obstetricia como las ligaduras vivas de Pinard.[9]

Para muchos autores en el alumbramiento termina el período del parto, pero otros consideran un cuarto periodo que sería el de recuperación inmediata y que finaliza dos horas después del alumbramiento. En este período denominado "puerperio inmediato", la madre y el niño deben estar juntos para favorecer el inicio de la lactancia, la seguridad del niño y su tranquilidad. En este sentido, se emplea el concepto "alojamiento conjunto" para designar la permanencia del bebé en el mismo cuarto que su progenitora, mientras se encuentran en el hospital o lugar del alumbramiento.[10] Para favorecer ese "alojamiento conjunto" e instaurar una lactancia exitosa es de vital importancia el descanso y la tranquilidad de la madre y el recién nacido, por lo que se deberían reducir en número y duración las visitas por parte del entorno durante los primeros días.


2.   ETAPA PERINATAL.

TEST DE APGAR


El test de Apgar es un examen clínico de neonatología, tocología, empleado útilmente en ginecobstetricia y en la recepción pediátrica, en donde el médico clínico pediatra, neonatologo o matrona certificado realiza una prueba medida en 3 estándares sobre el recién nacido para obtener una primera valoración simple (macroscópica), y clínica sobre el estado general del neonato después del parto. Este test lleva el nombre por Virginia Apgar, anestesióloga, especializada en obstetricia, quien ideó el examen en 1952 en el Columbia University´s Babies Hospital.

El recién nacido es evaluado de acuerdo a cinco parámetros fisioanatómicos simples, que son:

  • Color de la piel.
  • Frecuencia cardiaca.
  • Reflejos.
  • Tono muscular.
  • Respiración.

A cada parámetro se le asigna una puntuación entre 0 y 2, sumando las cinco puntuaciones se obtiene el resultado del test.

El test se realiza al minuto, a los cinco minutos y, en ocasiones, a los diez minutos de nacer. La puntuación al primer minuto evalúa el nivel de tolerancia del recién nacido al proceso del nacimiento y su posible sufrimiento, mientras que la puntuación obtenida a los 5 minutos evalúa el nivel de adaptabilidad del recién nacido al medio ambiente y su capacidad de recuperación. Un recién nacido con una puntuación mas baja al primer minuto que al quinto, obtiene unos resultados normales y no implica anormalidad en su evolución. De lo contrario un recién nacido que marca 0 puntos de Apgar se debe de evaluar clínicamente su condición anatómica para dictaminarle estado de muerte.

La palabra APGAR puede usarse como acrónimo o regla mnemotécnica recordando los criterios evaluados: Apariencia, Pulso, Gesticulación, Actividad y Respiración.


La valoracion de apgar debe medirse al minuto y a los 5 minutos para que se considere una valoracion efectiva siendo el resultado normal esperado entre 8 y 9.

Parámetros y criterios valorativos


Los cinco criterios del Apgar son:


0 puntos
1 punto
2 puntos
Acrónimo
extremidades azules
normal
Apariencia
no posee
<100
>100
Pulso
Reflejos e irritabilidad
sin respuesta a estimulación
mueca / llanto débil al ser estimulado
estornudos / tos / pataleo al ser estimulado
Gesto
ninguna
alguna flexión
movimiento activo
Actividad
ausente
débil o irregular
fuerte
Respiración

Si el bebé está en buenas condiciones obtendrá una puntuación de 8 a 10 puntos. Si obtiene de 4 a 6 puntos su condición fisiológica no esta respondiendo adecuadamente y el neonato requiere una valoración clínica y recuperación inmediata. Si es menor que 4, necesita atención de emergencia como medicamentos intravenosos, y respiración asistida. Si la puntuación es 0, es muy probable que bajo un perfecto estudio clínico se le dictamine el estado resolutivo de muerte.

Gracias a este método, y durante los más de 50 años que lleva realizándose, se ha logrado reducir la tasa de mortalidad y la tasa de morbilidad, al evaluar el estado del bebé inmediatamente después de nacer. Se pueden valorar mediante esta prueba, a embarazos no controlados, determinaciones sobre ciertos síndromes y/o signos patológicos con los cuáles se haya malformado el producto, y que pueda presentar diversas fisiopatologías o alteraciones. El APGAR es un dato vitalicio para la Salud Pública Infantil.

Reflejos


En el nacimiento y durante las primeras semanas de vida se manifiestan en el niño una serie de movimientos que son característicos de los recién nacidos, los cuales conocemos como reflejos o respuestas motrices, los cuales van desapareciendo a lo largo de los primeros meses de vida como consecuencia de los procesos evolutivos.

Algunos de los reflejos de los recién nacidos son:

  • Reflejo de succión o de hozar: cuando se estimula la mejilla del bebé, él voltea la cabeza, abre la boca y empieza a chupar. Lo que permite que el niño encuentre y tome la comida.

  • Reflejo darwiniano o de agarrar: al estimular la palma de la mano del bebé, él cierra el puño con fuerza.

  • Reflejo de marcha automática o de caminar: se toma al bebé por debajo de los brazos, es decir, por las caras laterales del tórax, en posición vertical y con los pies descalzos se coloca sobre una superficie dura y plana un poco inclinada hacia adelante, el bebé empieza a caminar con movimientos coordinados semejantes a pasos.

Este reflejo no desaparece a las ocho semanas de nacido tal y como se pensaba, sino que las piernas del bebé se vuelven pesadas y no tiene fuerza para poder levantarlas. Se ha demostrado que si se introduce al bebé en agua el reflejo aparece.

  • Reflejo de moro o de susto: es un movimiento global del cuerpo del bebé: mueve con rapidez los brazos hacia afuera y luego hacia adentro, abre los dedos como buscando agarrarse, arquea la espalda y extiende las piernas cuando es sorprendido por un ruido fuerte.

  • Reflejo de Babinski: se da cuando se estimula la planta del pie del bebé, abriendo los dedos en abanico.

Este reflejo desaparece hacia los seis meses y es suplantado por el encoger hacia adelante los dedos al ser estimulada la planta del pie.

  • Reflejo vestíbular: se observa cuando se coge al niño por las axilas y da vuelta completa; si se fija la cabeza del bebé éste tiende a dirigir los ojos hacia la misma dirección del movimiento, si no se fija la cabeza se voltea completamente.

  • Reflejo tónico del cuello: se puede observar cuando se coloca al bebé acostado boca arriba, voltea la cabeza pasivamente a un lado, extiende el brazo y la pierna del lado preferido y flexiona los miembros opuestos.

3.   ANEXOS.

ANEXO 1: VÍDEOS.

Etapa prenatal:

·        Semana 1-9: http://www.youtube.com/watch?v=pD60MN53BWw





·        Semana 37- 40:



·        movimiento del bebe que se ve por fuera: http://www.youtube.com/watch?v=DZNPMDcIhfo&feature=player_embedded#!

Etapa perinatal:

·        Test de APGAR: http://www.youtube.com/watch?v=kz0Hltz-jUY

·        Reflejos: http://www.youtube.com/watch?v=rKO8UkeOu3w



4.   BIBLIOGRAFÍA












4 comentarios:

  1. La doctora Emmi Pikler, pediatra Húngara y fundadora del instituto Pikler-Lòczy en Hungría, trabajó y demostró hace más de 60 años, la importancia de la motricidad libre en el bebé y de no ponerlo nunca en una posición que no haya adquirido por sí mismo, por su propia iniciativa y que a la vez sea capaz de abandonar cuando lo desee.

    Ella demostró que la posición de espaldas es la más segura y adecuada para que el bebé inicie la construcción de sus movimientos, ya que en esta posición el pequeño se encuentra totalmente sostenido por lo que puede inicialmente mover su cabeza sin tener que soportar su peso, puede mover sus manos y mirárselas, patalear con energía.


    Si sentamos o paramos al bebé antes de que lo haga por sus propias fuerzas, estamos forzando su postura, la que siempre será insegura e inestable, ya que ni su columna ni su sistema vascular han madurado lo suficiente para estar en posición vertical. Además generamos en el niño un sentimiento de inseguridad con el que investirá todo su actuar y sus exploraciones.

    Si el bebé "ha sido sentado" y está jugando con un objeto que se le escapa de las manos, dependerá en variadas ocasiones del adulto para que le entregue nuevamente el objeto ya que él no podrá alcanzarlo por sus propios medios porque no sabe reptar o rotar. Por lo que se genera un sentimiento de incompetencia y frustación que se va instalando en la construcción del psiquismo y en todo sus ser, también le privamos del placer del movimiento y la autonomía, de conocer sus posbilidades a su propio ritmo y nosotros como adultos nos perdemos la maravilla de observar sus logros y capacidades, que al conocerlas podemos ir adecuando el espacio y los juguetes a su alrededor según los intereses del bebé acorde con el nivel de desarrollo que nos muestra.

    Es importante comprender que la función motriz y especialmente la postura-motriz depende estrechamente de la maduración nerviosa, y en este sentido la maduración precede a los aprendizajes, entonces bastará que el niño observe a los adultos caminar para que el desee, por imitación, también hacerlo pero a su ritmo y en el momento que esté maduro para ello.

    Por lo que en un principio la ayuda que el adulto le puede dar al niño en la construcción de su motricidad y aprendizajes debe ser indirecta. Más adelante cuando comiencen a madurar funciones más complejas como la comunicación, el lenguaje, el adulto ayudara más directamente al niño pero siempre respetando su proceso de maduración y posibilidades, estimulando su actividad autónoma y evitando totalmente el adiestramiento.

    Respeto, Seguridad y Autonomía son los postulados de base del instituto Pikler-Lòczy.

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  2. Diferencia entre motricidad fina y gruesa:

    La psicomotricidad, con sus aplicaciones y ejercicios, es uno de los grandes temas que se trabajan en los jardines de infancia y se refiere a la capacidad de los niños para dominar y expresarse a través de diferentes habilidades de su cuerpo, según la etapa en la que se encuentren. Su adecuado desarrollo y estimulación son decisivos para su desempeño posterior. Pero a menudo es necesario aclarar algunos términos y sus diferencias, ya que esto facilitará la comprensión de los informes de progreso del niño. La psicomotricidad se divide en dos áreas: la fina y la gruesa.

    La psicomotricidad fina se refiere a todas aquellas acciones que el niño realiza básicamente con sus manos, a través de coordinaciones óculo-manuales, etc. Aquí está la pintura, el punzado, pegado, rasgado, uso de herramientas, coger cosas con la yema de los dedos, coger cubiertos, hilvanar, amasar, etc. Generalmente ayudan a detectar algunas carencias y condiciones físicas, como por ejemplo la debilidad en los dedos o la osteoplastía (huesos elásticos). Todos estos ejercicios son desarrollados en mesa con diversos materiales.

    La psicomotricidad gruesa se refiere a aquellas acciones realizadas con la totalidad del cuerpo, coordinando desplazamientos y movimiento de las diferentes extremidades, equilibrio, y todos los sentidos. Caminar, correr, rodar, saltar, girar, deportes, expresión corporal, entre otros están en esta categoría. Si los quieres ver, sólo tienes que observar a los niños en el recreo. Eso es psicomotricidad gruesa de la más pura que hay!

    Si bien ambas son medibles y están consideradas en las evaluaciones de los centros de educación inicial, la fina requiere de una mayor atención para su calificación, mientras que la gruesa es más fácil de medir. Asímismo, una contiene muchos más aspectos a evaluar que la otra; estos aspectos son muy puntuales y tienen un momento y edad específico esperado para su dominio, mientras que el rango de edades en los que se espera que un niño domine algunas destrezas gruesas es mucho más grande y variable.

    Pero no significa que todo lo que hagamos sea sólo fino o sólo grueso. La gran mayoría de las actividades diarias del niño combinarán simultáneamente ambas áreas, teniendo como resultado lo que se denomina habilidad o destreza motora.

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  4. Estudios del recién nacido

    Actualmente, los estudios para la detección de anomalías congénitas en el recién nacido se inicia intrauterinamente. Ya que el ginecólogo realiza a lo largo del embarazo varias exploraciones ecográficas. Esto sirve para detectar las posibles anomalías del recién nacido antes de su nacimiento. Incluso, gracias a estos estudios durante el embarazo, se puede diagnosticar muy precozmente, incluso hasta se pueden hacer intervenciones quirúrgicas al bebé, dentro del vientre materno.

    Test de Apgar

    El primer estudio que se le realiza al recién nacido, en cuanto sale del vientre materno es el test de Apgar, llamado así en honor a su creadora, Virginia Apgar, quien lo ideó en el año1953. Consta básicamente de la medición de 5 parámetros en el recién nacido:

    Frecuencia cardíaca
    Respiración
    Tono muscular
    Reflejos
    Coloración


    En teoría este estudio o prueba debe hacerse 3 veces: en el momento mismo del nacimiento, al minuto, y a los 5 minutos.

    Cada una de las áreas recibe una puntuación de 0, 1 ó 2, según la situación del recién nacido sea perfecta, discreta, o presente algún problema.

    Sumando los puntos obtenidos de cada una de las 5 áreas se obtiene el índice Apgar. Cuando un recién nacido obtiene en este estudio la máxima puntuación es que se encuentra perfectamente. Los recién nacidos normales obtienen entre 8 y 10 puntos.

    Si el recién nacido obtiene una puntuación por debajo de 6 puntos, necesitará reanimación enérgica, y controles especiales, como por ejemplo, respiración asistida, o incubadora.


    Examen físico del recién nacido.
    El pediatra neonatólogo hará un exhaustivo examen médico.

    Estudio del talón: tamizaje en el recién nacido

    Sacándole unas gotas de sangre al recién nacido se pueden detectar precozmente una serie de enfermedades neurometabólicas con el método de screening o tamizaje. Estas enfermedades no se pueden diagnosticar clínicamente, y si no son tratadas a tiempo, pueden ocasionar serios daños neurológicos al bebé, incluso la muerte.



    Las 3 enfermedades que detecta este estudio son: El hipotiroidismo congénito, la fenilcetonuria, y la fibrosis quística. Además de estas 3 enfermedades, este estudio del taloncito puede detectar otras 21 enfermedades menos frecuentes, pero igual de peligrosas de no ser diagnosticadas y tratadas a tiempo.

    Lo tranquilizante es que detección y el tratamiento a tiempo, en la gran mayoría evita las consecuencias. Este estudio debe realizarse entre las 48 horas a 5 días de nacido tu bebé.
    Transcurridas las primeras horas después del nacimiento de tu bebé, tendrá lugar el segundo examen médico. En este examen, el pediatra ausculta de nuevo al recién nacido, y examina su tono muscular, sus reflejos, el color de su piel, los genitales, y los principales órganos. Descartando o detectando la existencia de una posible luxación de cadera, o rotura de clavícula, que pueden producirse durante el parto.

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