El desarrollo psicomotor de los niños juega un papel muy relevante en el posterior progreso de las habilidades básicas de aprendizaje, desde la capacidad para mantener la atención, la coordinación visomotora (habilidad para poder plasmar sobre el papel aquello que pensamos o percibimos) o la orientación espacial. Siendo todos estos aspectos claves de cara al posterior desarrollo de la lectura y la escritura.
En el desarrollo psicomotor conviene prestar atención a dos pasos fundamentales que facilitaran el posterior desarrollo del aprendizaje de los niños, estos son el arrastre y el gateo.
Una de las grandes finalidades de la actual Ley Orgánica de educación del 3 de mayo de 2006 en su artículo 12 dice que es contribuir al desarrollo FISICO, afectivo, intelectual y social del niño, en definitiva a su desarrollo global.La educación física en infantil por lo tanto es de gran importancia ya que el niño es un ser activo por naturaleza, conoce la realidad que le rodea y así mismo a través del movimiento, la acción y el juego, siendo la psicomotricidad la base de este desarrollo. Ya que según LAGRANJE; “La psicomotricidad contribuye al desarrollo del ser humano en su globalidad ya que actúa conjuntamente sobre todos los aspectos de su desarrollo”.
El currículo de Educación infantil nos habla de la importancia que tiene para el niño/a el progresivo control de su cuerpo, conocer sus posibilidades y sus límites así como la interacción con el medio físico, natural y social. Es necesario que los niños de estas edades adquieran determinadas destrezas para realizar las actividades habituales con cierta autonomía, responsabilidad e iniciativa.
El desarrollo psicomotor del niño/a va a depender tanto de la maduración biológica, de la estimulación así como de la interacción de amabas, por ello, en los colegios nos debemos encargar como objetivo principal que el niño/a conozca su cuerpo y lo controle.
Para ello somos los docentes los principales encargados de conocer el desarrollo del niño para así poder intervenir adecuadamente:
-En el primer ciclo (0-3 años) el niño/a se encuentra en el periodo de desarrollo sensoriomotor, el niño conoce la realidad a través de los sentidos, experimentando, observando, explorando, por ello deberemos trabajar con ellos sesiones de psicomotricidad donde predomine la imitación motórica, el juego sensorial y la manipulación.
-En el segundo ciclo de infantil (de 3 a 6 años) el niño se encuentra en el periodo preoperatorio donde ya es consciente de su esquema corporal, tiene mayor coordinación de movimiento y es capaz de representar. Aquí debemos trabajar actividades de dramatización y simbolización.
Un ejemplo de sesión de psicomotricidad que podemos trabajar con nuestros alumnos de infantil:
·
En primer lugar será necesario hacer un análisis del
contexto (lugar donde podemos hacer la sesión, espacio del que disponemos,
tiempo aproximado, si la sesión se puede hacer en un día o en varios, la edad de
nuestros/as alumno/as para así poder adaptar la sesión al nivel evolutivo y
psicomotor, número de alumnos que tenemos, agrupamientos…..).
·
Una vez hayamos analizado el contexto deberemos plantearnos
los objetivos que pretendemos alcanzar durante y al final de esta sesión, estos
en un principio es mejor que sean pocos y claros y que sean planteados de manera
que puedan ser alcanzados por el mayor número de alumnos/as posibles.
Una vez planteados los objetivos vamos a ver de qué materiales disponemos y que se adapten al nivel psicomotor de nuestros alumnos/as. Ahora nos planteamos que actividades vamos a llevar a cabo, en función de los recursos que disponemos. A veces los centros no poseen materiales suficientes, pero no por ello debemos dejar de hacer actividades por falta de material ya que siempre podemos pedir la colaboración de las familias y hacer un taller de materiales para llevar a cabo alguna actividad
Delimitación de conceptos: crecimiento, maduración y desarrollo
-Crecimiento:
Según la biología es:
- Desarrollo de un organismo, la progresión de los estados vitales de un ser vivo.
- Crecimiento humano, incorpora la descripción de la formación psicosocial de los individuos.
- Crecimiento celular
- Crecimiento diaúxico
- Crecimiento secundario anómalo
-Maduración:
1
Proceso por el cual un fruto llega al momento justo y adecuado para ser
cogido o comido.
2
Proceso de desarrollo intelectual y físico de la persona en relación con sus
condicionantes hereditarios, el contexto social en el que vive y sus
circunstancias personales. madurez.
3
Etapa en la elaboración del vino y algunos licores, durante la cual se
mantienen en cubas especiales antes de ser embotellados.
-Desarrollo:
-
Crecimiento intelectual del individuo adquirido por el ejercicio mental del
aprendizaje de la enseñanza empírica.
- Es
el crecimiento intelectual que se adquiere mediante el ejercicio mental del
aprendizaje de la enseñanza empírica.
- Es
un proceso por en el cual cada ser humano tiene que vivir para ir creando una
madurez adecuada a su edad. Es una secuencia de cambios tanto del pensamiento
como sentimientos y sobre todo el mas notorio es el físico, dándose estos
cambios se llega a una madurez tanto intelectual, social como muscular y de esta
manera el individuo se va desarrollando en todas sus dimensiones.
- Es
un proceso transformador en que nos vamos involucrados todos.
- Es
un proceso continuo, ordenado en fases, a lo largo del tiempo, que se construye
con la acción del sujeto al interactuar con su medio adaptándose gradualmente.
-
Proceso de cambios de tipo coherente y ordenado, de todas las estructuras
psicofísicas de un organismo, desde su gestación hasta la madures. Es un proceso
continuo que empieza con la vida.
-
Proceso de transformación de un cualidad, que contribuye a perfeccionar a un
individuo, ya sea mental o social.
Desarrollo
psicomotor:
Etapas
del desarrollo psicomotor
1)
Nacimiento y primer mes
El "tono muscular" (es decir, el estado de contracción que posee el músculo en ese momento) del recién nacido es de flexión. El niño recién nacido permanece con sus brazos y piernas flectadas durante todo el día, incluso, si procedemos a estirar alguno de sus miembros, al soltar éstos volverán automáticamente a su estado de flexión. Con esto podemos ver que sus músculos "extensores", aquellos que le permitirán más adelante estirar sus extremidades, no se han fortalecido completamente aún. Lo mismo ocurre con la musculatura del cuello, ésta no se encuentra lo suficientemente fuerte como para lograr levantar y sostener el peso de la cabeza. Sólo logra girar la cabeza de lado a lado estando acostado.
Es aquí
donde podemos evidenciar alguna alteración en el tono de un recién nacido. Si el
niño da la impresión de sostener la cabeza al levantarlo y presenta las piernas
extendidas y rígidas, nos podríamos encontrar frente a un cuadro de
"hipertensión muscular". Si por el contrario, el niño presenta sus brazos y
piernas flácidas y blandas permanentemente, se podría sospechar de un cuadro de
"hipotonía muscular".El "tono muscular" (es decir, el estado de contracción que posee el músculo en ese momento) del recién nacido es de flexión. El niño recién nacido permanece con sus brazos y piernas flectadas durante todo el día, incluso, si procedemos a estirar alguno de sus miembros, al soltar éstos volverán automáticamente a su estado de flexión. Con esto podemos ver que sus músculos "extensores", aquellos que le permitirán más adelante estirar sus extremidades, no se han fortalecido completamente aún. Lo mismo ocurre con la musculatura del cuello, ésta no se encuentra lo suficientemente fuerte como para lograr levantar y sostener el peso de la cabeza. Sólo logra girar la cabeza de lado a lado estando acostado.
El recién nacido presenta una serie de reacciones llamadas "reflejos primitivos", que son desencadenados por estímulos del ambiente. Estos reflejos permiten evaluar el desarrollo, y también llevan al niño a obtener ciertas conductas, ya sean de defensa o que originan patrones de movimientos que darán información sensorial.
En este período,
también comienzan a desarrollarse y agudizarse los otros sentidos, tacto, oído,
visión, gusto, olfato, y a hacerse cada vez más concientes.
2) 2 - 3 meses
Al comenzar el segundo
mes de vida continúa el tono flexor en el niño, pero ya no tan marcado como en
el mes anterior. Al colocarlo en posición boca abajo, el niño logra levantar su
cabeza para girarla. El niño patalea y mueve los brazos con más fuerza y
frecuencia. Este pataleo promueve el desarrollo de la articulación de la cadera,
previniendo posteriores dislocaciones.
El niño ya comienza a explorar sus propias sensaciones y
movimientos. Le gusta que lo tomen, que le hagan cariño, que le hablen. Incluso
aparece lo que se denomina "sonrisa social", cuando el niño sonríe como
respuesta a la sonrisa de un adulto. Estimular sensorialmente al niño es
fundamental en esta etapa, ya que ayudará a que éste conozca su cuerpo y se vaya
formando una identidad corporal propia.
3) 4 - 6 meses
Llegado a los 4 meses de edad, el niño al ser colocado boca
abajo, levanta la cabeza en un ángulo de 45 grados con apoyo de los codos. Al
sentar al niño desde la posición acostado, a los 4 meses será capaz de mantener
su cabeza alineada hasta sentarse; y a los 5 meses ya será capaz de realizar un
esfuerzo activo de flexión para sentarse. Esta fijación de la cabeza le
permitirá el mantenimiento de la mirada, y la exploración visual de su medio
ambiente. Esta información dispondrá al niño a iniciar el impulso de querer
tomar algún objeto y del traslado, y lograr colocarse posteriormente en "cuatro
patas" para gatear y alcanzar su objetivo.
También a
los 4 meses se comienza a desarrollar la "prehensión" (capacidad de tomar
objetos con las manos y dedos). Al intentar tomar algún elemento, el niño
llevará su mano a la línea media y en forma torpe arrastrará el objeto con el
lado externo de la mano para cogerlo (prehensión en rastrillo). Luego, al
siguiente mes, ya será capaz de tomar el objeto con la palma de su mano
flexionando los dedos todos juntos.
Es aquí donde comienza la "etapa del suelo" donde el niño
ejercitará su psicomotricidad en busca de sus objetivos. Intentará desplazarse y
tomar objetos. Esto es fundamental en su desarrollo como experiencia motora,
sensorial y de descubrimientos cognitivos.
4) 7 - 8 meses
A partir
de esta edad el tono muscular de la espalda y cuello se hace mayor, por lo tanto
le permitirá al niño llegar a la posición sentada y mantenerse así sin apoyo.
Una vez sentados por si solos, pueden avanzar en el desarrollo de la motricidad
fina y manipulación de los objetos. Además aparece la capacidad de transferir
objetos de una mano a la otra.4) 7 - 8 meses
A los 8 meses el niño gatea sin problema. Gatear es fundamental en el desarrollo de la coordinación de ambos lados del cuerpo, y la flexibilidad del tronco y rotaciones.
5) 9 - 12 meses
En esta etapa el niño se prepara para adquirir la
bipedestación y posteriormente la marcha. No se debe obligar a un niño a caminar
antes de tiempo, ya que muchas de sus estructurar aún no han madurado lo
suficiente como para soportar el peso del cuerpo sin dañarse. La deambulación
forzada puede provocar que el niño pise mal y sus rodillas roten hacia adentro.
A los 9 - 10 meses el niño ya puede mantenerse de pie, con apoyo en un comienzo
y luego por si solo.
Respecto a la
motricidad fina, el niño comienza a adquirir la capacidad de oponer el pulgar a
los dedos índice y medio y así lograr tomar objetos cada vez más pequeños. E
incluso al final del año ya puede soltar voluntariamente los objetos relajando
la musculatura de la mano.6) 1 - 2 años
Cerca de los 2 años, el niño ya adquiere una mentalidad motriz, es decir, planifica mejor sus acciones, es capaz de subir y bajar escaleras, patear una pelota, girar al caminar. En la motricidad fina mejora la manipulación de los objetos, logrando hacer torres de 3 cubos, tomar la cuchara para comer, arrojar una pelota, y tomar el lápiz para hacer rayas sin intención.
7) 3 años en adelante
A los 3 años ya hay un fino desarrollo de coordinación visomotora (coordinar la visión con los movimientos manuales), logra hacer torres de 10 cubos, tomar el lápiz, y arrojar la pelota con una dirección predeterminada. De a poco comienza a adquirir cada vez más precisión en sus movimientos, hace círculos y monigotes. A los 5 años existe una preferencia lateral marcada, llegando a establecerse una lateralidad definitiva a los 7 años. La precisión y rapidez manual que adquiere llegado a los 7 años (exactitud en los movimientos y coordinación) , le permitirá aprender a escribir.
Los progresos psicomotores y la coordinación dinámica van a permitir que los niños sean capaces de controlar mejor sus movimientos e impulsos emocionales, y que tengan, por lo tanto, una buena adaptación al medio social familiar y escolar.
De lo contrario nos encontraremos con problemas de retraso en el aprendizaje, cuadros de hiperactividad e impulsividad, ansiedad, y trastornos de la atención que necesitarán apoyo externo para poder controlar, y así evitar posteriores dificultades de adaptación e integración escolar.
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